¿Por qué?, pues por el simple hecho de que nuestros oidos son mucho más sensibles a los sonidos cuya frecuencia es elevada, es decir, superior a los 2000 Hz.
El hercio se aplica en física a la medición de la cantidad de veces por segundo que se repite una onda (ya sea sonora o electromagnética), magnitud denominada frecuencia y que es, en este sentido, la inversa del período, o lo que es lo mismo, un hercio es la frecuencia de una partícula en un período de un segundo.
El espectro normal de audición para un adulto sano está comprendido entre 20 Hz y 20 KHz.
Un silbido es mucho más pobre en componentes frecuenciales que un grito o una voz alta, por lo que causa una percepción más desagradable en el oído. Esto explicaría por qué el sonido de los despertadores o relojes nos son tan molestos (sobre todo por las mañanas).
Conclusión: los silbidos a una frecuencia elevada serían capaces de producirnos daños en el oido aunque no parezcan extridentes.
Trabajo realizado por el grupo "Los pilares de la Física" (tema 10): Laura Hernán, Sara Martín, Samanta Espinar y Fátima Calle.
Muy bien
ResponderEliminarJesús