jueves, 6 de mayo de 2010

La contaminación del agua




El problema de la contaminación del agua dulce es conocido de antiguo.
Con el incremento de la población y el surgimiento de la actividad industrial la contaminación del agua de ríos, lagos e incluso aguas subterráneas aumenta constantemente. La contaminación causada por los efluentes domésticos e industriales, la deforestación y las prácticas del uso del suelo, está reduciendo notablemente la disponibilidad de agua utilizable.

La OMS y la contaminación del agua
La Organización Mundial de la Salud define la contaminación del agua dulce de la siguiente manera: "Debe considerarse que un agua está contaminada, cuando su composición o su estado están alterados de tal modo que ya no reúnen las condiciones de utilización a las que se hubiera destinado en su estado natural".
Según esta definición, la contaminación del agua no solo se debe a las modificaciones de las propiedades físicas, químicas y biológicas del agua, sino también a los cambios de temperatura provocados por emisiones de agua caliente.

¿Quién es responsable de la contaminación del agua?

Siempre hay una contaminación del agua natural originada por restos animales y vegetales y por minerales y sustancias gaseosas que se disuelven cuando los cuerpos de agua atraviesan diferentes terrenos, pero no podemos culpar a la naturaleza de seguir su ciclo; además de que nosotros no podemos controlarlo (como en el caso de las catástrofes naturales tales como los terremotos, tsunamis…). Y no solo no podemos controlarlo, sino que ayudamos a ello con nuestras actividades:

•La contaminación del agua por la industria: es debida al uso que del agua se hace en los procesos industriales. Algunas industrias vierten aguas contaminadas a ríos y mares sin control.
•La contaminación del agua por la ganadería y la agricultura: debido a las explotaciones intensivas de ganado y a los abusos de abonos y pesticidas en la agricultura.
•La contaminación del agua por los usos domésticos y urbanos: esta es debida a las aguas residuales provenientes de usos domésticos y urbanos.


¿TENIENDO TODO ESTO EN CUENTA, PENSAIS QUE SI EL HOMBRE SE IMPLICARA MAS EN SOLUCIONAR ESTE PROBLEMA, LA SITUACIÓN DEL AGUA (EXCLUYENDO LAS CATÁSTROFES NATURALES QUE NO PODEMOS EVITAR) PODRÍA CAMBIAR?


Artícluo publicado por: Olga Conde, Marina Escobar, Valeria Fernández, Ana Grande y María de Prado.

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